¡Salud Rocha y por 230 años más!
ESCRIBE PABLO LARROSA
Desde la bancada del Frente Amplio surgió la iniciativa de participar como Junta Departamental en los festejos por los 230 años de la ciudad de Rocha y así fue que se promovió la propuesta de una Sesión Extraordinaria para el reencuentro con ediles y edilas, con funcionarios, funcionarias y secretarios que formaron parte de legislaturas anteriores.
Realmente se vivió una sesión imperdible donde no faltaron anécdotas, recriminaciones (en buenos términos) y la reivindicación de valores tan necesarios en el mundo de hoy: Tolerancia, Democracia y Libertad.
En definitiva, un regalo al alma de quienes integraron las legislaturas anteriormente y también para quienes integramos la actual.
El 30 de noviembre la Junta Departamental de Rocha también cambió su presidencia, designación que debería estar prevista desde el principio del quinquenio, aunque dado que la actual Administración se caracteriza por la improvisación, este proceso no quedó ajeno.
La previa se complicó bastante y como se dice en la jerga futbolera «los patitos no estaban todos alineados» hasta el último minuto.
Lejos quedó aquel discurso del Intendente Umpiérrez el día que se conformó la Junta Departamental de ofrecer un año de la Presidencia a la oposición.
Más lejos quedó aún la representación femenina en la Presidencia del deliberativo departamental.
En la noche de este 30 de noviembre, un edil oficialista concluye su alocución haciendo referencia en el idioma francés ¨Nous voulons des actes, pas des paroles¨, lo que quiere decir en español ¨Hechos y no Palabras¨.
Justamente de eso se trata, quedó demostrado en los hechos que este gobierno departamental le resta importancia a la presencia femenina en lugares de relevancia, basta mirar la foto del equipo de directores del «Gobierno de Todos”. Las mujeres no sólo se han ganado la oportunidad de ocupar cargos por su capacidad, sino que desde los partidos debemos tender a la equidad y equilibrar la participación de género en política, tan postergada en la historia. Son señales que deben darse en este mundo en el cual vivimos. Pero las señales que vemos nos demuestran la forma de pensar de quienes hoy tienen a su cargo la responsabilidad de gobernar el departamento, en definitiva y volviendo a la Junta, sostengo lo que dije en el plenario: el oficialismo dejó pasar una buena oportunidad para elegir una presidenta. Sabemos que va a quedar una corta legislatura al final del período y desde ya espero que piensen con la cabeza y el corazón y el partido de gobierno proponga a una de sus edilas para presidenta de la Junta Departamental.
Cambiando de tema, lo que se vivió este mes en el aniversario de la capital departamental fue un contagio en todo el departamento por la celebración de los 230 años del proceso fundacional de la ciudad.
Particularmente, a mí como rochense me llena de orgullo el celebrar estas fechas y me trae muchos recuerdos, uno en particular; cuando participé con siete años de un desfile junto a mis abuelos y mis hermanos. Ataviados con ropa de la época en una volanta tirada por caballo, que no era solo un caballo era ¨La Cascavela ¨ (la yegua de mi abuelo, Daois Larrosa) Recuerdo patente el desfile, a mi abuela María Elena Machado ¨pompom¨ (así le decían) con la peineta o peinetón y la mantilla. El desfile del 23, removió esos recuerdos de la niñez, que me hacen sentir tan rochense como un adoquín. Estás actividades nos generan un sentido de pertenencia que no debe quedar solo en eso, nos tienen que alentar a involucrarnos en actividades con el objetivo de mejorar el lugar donde vivimos, desde participar en un desfile o en una comisión fomento, a no tirar un papel de caramelo la calle, o lugares públicos que usamos y disfrutamos.
Podremos estar de acuerdo o no con las prioridades de las inversiones del gobierno departamental, pero jamás vamos a estar en contra de que las obras que se hagan. Quien gobierna es quien decide que hacer y qué prioridades de los vecinos va a tomar en cuenta o no, siempre va a pasar eso.
Sabemos que hay áreas desatendidas por este gobierno y las vamos a seguir reclamando, pero no vamos a estar en contra de una obra que al entender del gobierno de turno es necesaria.
Los que gobiernan hoy, antes de ser elegidos, hablaron en contra de administraciones anteriores, decían «la gente no come obras», decían que la Intendencia estaba endeudada, pero el tiempo demostró que recibieron una Administración saneada y les permitió endeudar al pueblo con un fideicomiso para hacer realidad sus prioridades.
Nosotros seguimos desde donde nos toque estar, reclamando para que se arreglen las calles, se limpien las cunetas en los barrios y en las localidades, que se construyan viviendas para las personas que no tiene donde vivir, que se busquen inversiones que generen trabajo para los rochenses, que no falten medicamentos ni asistencia en los hospitales y policlínicas.
Está en el ADN de la izquierda luchar para que vivan dignamente los que tienen menos, con igualdad de oportunidades para todos quienes integramos esta sociedad.
¡Salud Rocha y por 230 años más!