Umpiérrez asumió por segunda vez en Rocha y abogó por un departamento “de todos”

Este viernes en la plaza Independencia de la ciudad de Rocha, Alejo Umpiérrez asumió por segunda vez el mando de la Intendencia de Rocha. A su ceremonia de asunción asistieron el expresidente Luis Lacalle Pou, los senadores Martín Lema (Partido Nacional) y Robert Silva (Partido Colorado), el exministro del Interior Nicolás Martinelli y el exministro de Trabajo y Seguridad Social Pablo Mieres, entre otros dirigentes políticos.
“Ser reelecto no es un premio, es una obligación adicional más. No lo tomamos como condecoración, lo tomamos simplemente como la sumatoria de las expectativas de ciudadanos que quieren que este camino siga, se profundice, continúe”, expresó Umpiérrez en el comienzo de su discurso.
No obstante, según Umpiérrez, “la victoria no da derechos”, sino que “genera obligaciones”. Afirmó que “no hay victorias partidarias”, sino “un mandato popular”. “Tenemos que tenerlo claro: son cosas diferentes”, resaltó.
Más adelante, el intendente reelecto abogó por un departamento “de todos”. “Acá no ganó ni perdió nadie, acá el que tiene que ganar es Rocha, es el único que tiene que ganar”, subrayó; por eso, agradeció a sus votantes y “también a los que no nos votaron, porque integran esta misma sociedad en la que transitamos todos los días, y acá en esta sociedad no sobra nadie, estamos todos juntos y llamados a construir”.
“Queremos invitar a todos los rochenses, sin distinción de credos, de religiones, de razas, de partidos, a caminar juntos. ¿Saben por qué? Porque este camino no tiene dueño, pero sí tiene destino. Y ese destino se llama justicia, prosperidad, desarrollo, trabajo y esperanza”, manifestó.
Sobre el final, Umpiérrez agradeció el trabajo y la lealtad de Nicolás García, quien estuvo al frente de la intendencia durante casi un año, a su familia y a todos los rochenses, los que lo votaron y los que no, y aseguró que este viernes empezó “una nueva etapa, que no es continuidad”. “Yo creo siempre en el cambio. El cambio es la única constante de la vida, y si nos quedáramos tan timoratos que solamente pensáramos en continuidades, no estaríamos siendo fiel reflejo de las expectativas de la gente”.