Se implementarán medidas de adaptación al cambio climático en La Paloma y cinco sitios más del país
Con el objetivo de mitigar el impacto del cambio climático en la franja costera uruguaya, el Ministerio de Ambiente llevará a cabo acciones específicas en seis sitios seleccionados. Esto surge de un proyecto piloto financiado por la Unión Europea, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), en coordinación con la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI).
Los resultados del trabajo denominado «Avances en la implementación de medidas de adaptación al cambio climático en la zona costera”, se presentaron este miércoles 10 en Torre Ejecutiva y se enmarcan en lo que es el Plan Nacional de Adaptación de la Zona Costera (NAP Costas), en el que viene trabajando el Ministerio de Ambiente desde hace varios años.
Puntualmente este proyecto se ejecutó entre 2022 y 2024 y se desarrolló en seis departamentos costeros, eligiéndose algunas playas locales: La Paloma en Rocha; Piriápolis en Maldonado; Atlántida en Canelones; playa del Cerro en Montevideo; Kiyú en San José y Colonia del Sacramento en Colonia. En cada sitio se realizó un estudio de cómo afectaría el cambio climático en relación al aumento del nivel del mar y a eventos extremos en las playas, y en obras asociadas a esos lugares teniendo en cuenta que el 70 % de la población reside allí.
Como resultado se definieron medidas de adaptación para cada uno de esos seis sitios, entre las que se incluye: reposición de arena donde sea necesario; medidas basadas en la naturaleza como cercas captoras de arena o recuperación de hábitats (humedales, bañados, vegetación psamófila); colocación o retiro de espigones. El equipo de trabajo del NAP Costas se conforma con técnicos especializados del ministerio e intendencias.
El proyecto fue financiado por la Unión Europea a través de su Programa Euroclima, implementado por la Aecid y coordinado con la AUCI. El monto de apoyo ronda los 270.000 euros.
En la apertura del evento participaron el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla; el Embajador de España, Santiago Jiménez Martín; el encargado de Negocios a.i de la Delegación de la Unión Europea, Markus Handke, y la gerenta de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional, Claudia Romano, entre otras autoridades.
Amarilla destacó el grado de avance del plan para reducir el impacto del cambio climático en el territorio uruguayo. Recordó que se cuenta con un NAP vinculado al sector agropecuario, un plan de adaptación de las ciudades (drenajes, inundaciones, arbolado) y este programa que se vincula a la franja costera en Río de la Plata y Océano Atlántico con la intervención del gobierno nacional y los gobiernos locales.
“Uruguay aporta muy poco a los gases del efecto invernadero, pero sufre las consecuencias del cambio de clima: el aumento de los temporales y las incidencias de la suba del nivel del mar lo que afecta la economía, la actividad social, las viviendas, el turismo, el trabajo y el ambiente”, sostuvo. “Es importante tener estos estudios para saber a dónde dirigirnos y dónde hacer inversiones que reduzcan los impactos negativos”, concluyó.