septiembre 15, 2025

La ciudad de Castillos amaneció con un nuevo golpe a su tranquilidad

Un domingo, cuando la ciudad comienza a funcionar  y las familias buscan el pan para la mesa, la violencia volvió a irrumpir. Un hombre ingresó en Panadería 33 y, arma en mano, apuntó sin titubear. No hizo falta disparar para herir: basta con mostrar el revolver para quitar la calma, para sembrar miedo en una comunidad que no quiere acostumbrarse a vivir bajo amenaza.

Este episodio se suma a una serie de hechos recientes: el asalto a la estación Axion, el robo en un almacén, y la sensación de que nadie sabe dónde ni cuándo será el próximo.

Las armas no solo arrebatan vidas; también arrancan sueños, doblegan el ánimo, quiebran la confianza de los vecinos. Cada atraco con un disparo potencial es también un disparo contra la paz de Castillos.

La situación ha encendido la voz de los vecinos, quienes recuerdan que hace más de 20 años no se vivía un escenario de inseguridad tan intenso. La frase del vecino —“se fue todo al carajo”— resume la frustración, el cansancio y la sensación de vulnerabilidad que invade a la comunidad.

Si bien la Policía de Seccional 4ta de Castillos hace todo lo que está a su alcance, la reiteración de estos hechos evidencia que se necesitan medidas más contundentes y un refuerzo real para frenar la ola delictiva. La ciudad enfrenta no solo la pérdida de bienes materiales, sino también la erosión de la confianza y la tranquilidad que caracterizaba la vida cotidiana del interior.

Castillos atraviesa un momento crítico en materia de seguridad, y mientras los “eternos adoradores de no hacer nada” siguen sin actuar, los vecinos sienten que la protección de sus hogares y comercios queda cada vez más relegada. La comunidad exige respuestas firmes y coordinadas que permitan recuperar la confianza y la certeza de que Castillos no está indefensa frente a la delincuencia.

Información de Esteña