Rocha, territorio de desafío y naturaleza
Escribe Juan M. Jara
Estamos aquí no solo para hablar de bicicletas, ni de tiempos, ni de marcas. Estamos aquí para hablar de identidad.
Cuando uno piensa en Rocha, generalmente piensa en el mar. Y está bien. Pero quienes practicamos el Ciclismo de Montaña, el MTB, sabemos que Rocha es mucho más que eso. Para nosotros, Rocha es la textura de la piedra en las sierras, es la resistencia del barro en los humedales, es el viento en contra sobre los caminos y el silencio mágico de los de la flora y no así de la biodiversidad.
El MTB es un deporte de honestidad brutal. En la bicicleta no se puede mentir: son tus piernas, tu cabeza y el terreno. Y qué terreno tenemos aquí…
Geográficamente, nuestro departamento parece haber sido diseñado por un arquitecto fanático de este deporte. Tenemos una orografía privilegiada que envidian muchas regiones. Tenemos las Sierras de Rocha y de San Miguel ofreciendo altimetría y técnica; tenemos trillos arenosos en la costa que ponen a prueba la resistencia; y tenemos caminos rurales infinitos que conectan historias, desde Castillos hasta Lascano, desde Chuy hasta La Paloma.
El MTB en Rocha no es solo un deporte; es una herramienta de descubrimiento. El ciclista que viene a Rocha no es un turista pasivo. Es un explorador. Se mete donde el auto no llega. Descubre la cañada escondida, consume en el almacén de ramos generales perdido en el campo y se lleva en la retina la imagen del Rocha profundo y natural.
El talento de nuestros deportistas y la belleza de nuestros paisajes no son suficientes, necesitamos visión y gestión. Hablamos de fomentar el turismo todo el año. Bien, el ciclismo es la respuesta a la estacionalidad. El ciclista de montaña prefiere el otoño, la primavera, e incluso el invierno. Cuando la playa se vacía, los trillos se pueden llenar.
Imaginemos por un momento circuitos permanentes señalizados con estándares internacionales. Imaginemos una «Huella de Rocha» que ciclistas de Brasil y Argentina vengan específicamente a recorrer. Imaginemos a nuestros jóvenes encontrando en el deporte una salida, una disciplina y una forma de vida saludable, lejos del sedentarismo.
El potencial económico es real. El potencial social es inmenso. Y el potencial deportivo ya lo vemos cada fin de semana en cada pelotón que sale a rodar.
Señores, el ciclismo en Rocha ha dejado de ser un pasatiempo de unos pocos para convertirse en un movimiento. Necesitamos cuidar nuestros caminos, respetar al ciclista en la ruta y promocionar nuestro deporte con orgullo.
Dicen que la vida es como andar en bicicleta: para mantener el equilibrio, debes seguir avanzando. Rocha está avanzando. Y lo está haciendo sobre dos ruedas, con el esfuerzo de su gente y con la naturaleza como testigo.
Sigamos pedaleando juntos, porque la meta no es solo llegar, sino disfrutar del inmenso privilegio de recorrer este departamento que llamamos hogar.




