BPS profundizará esfuerzos en atención al usuario, simplificación y digitalización de trámites
La presidenta del organismo, Jimena Pardo, llegó a la ciudad de Rocha con motivo de la inauguración de las obras de mejora y colocación del mosaico institucional de CEPAR UNI3 “Juan José Falconi”, y allí fue buena la oportunidad para que InfoRocha la consultara sobre diferentes temas que importan; “El BPS logró una reducción significativa en el atraso de expedientes vinculados a prestaciones jubilatorias durante los últimos cinco meses”, comenzó diciendo, “entre mayo y octubre el stock de trámites pendientes descendió de más de 58.000 a 23.000, lo que representa una disminución superior al 60% si se toma en cuenta solo el volumen existente al inicio del período”, agregó.
Pardo recordó que, al asumir la actual administración, el organismo enfrentaba un nivel de retraso “crítico” en materia de pasividades y pensiones, un ámbito que definió como “la materia más sensible” dentro de las competencias del BPS. Según indicó, las demoras comprometían tanto la respuesta institucional como el acceso oportuno a ingresos fundamentales para miles de personas.
El BPS procesa en promedio unos 8.800 trámites de jubilaciones y pensiones por mes, lo que implica que la gestión del stock no solo depende de resolver el atraso acumulado, sino también de atender un flujo constante de nuevos ingresos. Aun así, considerando el total de expedientes pendientes —incluidos los nuevos trámites ingresados en los últimos meses— la cantidad global pasó de 58.000 en mayo a 47.000 al 31 de octubre. Para Pardo, este comportamiento confirma que las medidas adoptadas no solo contribuyeron a reducir el rezago existente, sino que fortalecieron la capacidad operativa para evitar que la situación vuelva a desbordarse.
Las acciones que permitieron acelerar los procesos se implementaron durante julio y agosto y se centraron en dos líneas de trabajo. Por un lado, la simplificación de trámites y la definición de nuevos criterios para agilizar la revisión de los expedientes. Por otro, la incorporación de mejoras destinadas a optimizar la gestión futura, con el objetivo de evitar que vuelvan a repetirse niveles de acumulación como los registrados en el primer semestre del año. “Las medidas que implementamos en julio y agosto están funcionando”, afirmó Pardo, al destacar que la estrategia fue diseñada no solo para resolver la urgencia, sino también para corregir procesos estructurales.
Entre las medidas implementadas figuran la automatización de determinados pasos administrativos, la unificación de criterios técnicos, el fortalecimiento de los equipos abocados a las áreas críticas y la revisión de requisitos que complicaban o demoraban la tramitación. Si bien la presidenta del BPS no detalló en esta instancia todas las modificaciones adoptadas, subrayó que el enfoque tuvo como eje facilitar el acceso de los usuarios y evitar etapas innecesarias que históricamente han generado cuellos de botella.
Pardo señaló que la mejora en los tiempos de respuesta contribuye a garantizar derechos fundamentales, ya que las jubilaciones y pensiones constituyen el principal sustento económico para buena parte de la población que accede a ellas. También recordó que estas demoras prolongaban períodos de incertidumbre para los solicitantes, por lo que reducirlas tiene un impacto directo en su calidad de vida.
En ese sentido, sostuvo que la nueva etapa de trabajo busca mantener una tendencia sostenida de reducción del atraso, acompañada por un monitoreo continuo para asegurar que la gestión se mantenga dentro de parámetros razonables. El desafío, afirmó, es consolidar un sistema que procese tanto el flujo mensual como el stock residual sin generar nuevas acumulaciones.
Más adelante, Pardo aclaró que la discusión sobre la edad jubilatoria sigue abierta y forma parte de la hoja de ruta acordada por el gobierno y los actores involucrados. Señaló que el debate no puede centrarse únicamente en la edad de retiro, porque conviven desafíos demográficos, cambios tecnológicos en el mercado de trabajo y realidades laborales muy distintas. Para la presidenta del BPS, avanzar hacia un diseño más flexible es clave para evitar que el sistema quede desfasado frente a esa heterogeneidad.
De cara al próximo año, el organismo planea seguir evaluando el impacto de los cambios implementados y profundizar sus esfuerzos en atención al usuario, simplificación y digitalización de trámites. El organismo también mantiene un monitoreo permanente de los tiempos promedio de resolución, con el fin de identificar nuevas oportunidades de mejora.
Para Pardo, el proceso iniciado en mayo demuestra que es posible obtener resultados significativos en plazos relativamente cortos, siempre que exista una estrategia clara y una aplicación coordinada de medidas operativas. “Venimos muy bien”, señaló a InfoRocha, aunque advirtió que la meta de normalización total requerirá sostener el ritmo y continuar ajustando los procedimientos.




